Mi vida es un venir
en anverso y en reverso.
Sol de la tarde que cae dislocado,
vestido y cerrado en mí,
por ti, soledad.
Sol de la mañana que crece firme,
desnudo y abierto contigo.
¡Cuan fino estambre, amor,
tu íntegra consecuencia!
Marcos Reyes Dávila
noviembre/1972
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