Estoy sufriendo.. Homenaje a César Vallejo
ESTOY sufriendo
cuánto debiste haber sufrido
a espaldas del amor
de bruces sobre el mundo
oliendo la tristeza ajena.
Qué valiente manera de sufrir
por la pierna de los cojos
por el verbo de los mudos
o la alondra de los ciegos.
Poesía heroica, coronación del sufrimiento,
camarada, camarada,
en qué tarde te nació la pena
sobre la llegaste a la sufriente zeta.
Cuando escríbote estas cartas
pienso en piedra, hablo en roca,
gimo en Ande, para llegar
donde tú sufres las palabras
de puro tierno que eres.
Te encuentro en el crucero de la vida
partida en muchas sílabas el alma
prometiendo traerle a la consonante una vocal
y un verso a la palabra huérfana.
Mucho debiste haber sufrido
en noches parecidas, en días innombrables,
cuando se deben tantas cosas
y no hay nada que cobrar.
Pero más debiste haber sufrido
al ver por la misma calle regresar
al niño sin la golosinaa la joven sin el vestido nuevo
al estudiante sin la nota buena
al poeta sin su libro
al obrero sin trabajo
y a ti mismo en medio de lo horrendo.
Pero aún más debiste haber sufrido
por Pedro y Pablo, por Juana y Carmen,
por el Perú y España, por todo el universo
y el camarada aquél del catafalco ensangrentado.
Y con el dolor al frente y a la izquierda
con la pena arriba, abajo, a la derecha,
con la tristeza en ti, atrás de todos,
en medio de tanto sufrimiento
sólo el comunismo te fue alegre.
GUSTAVO VALCÁRCEL (Arequipa, 1921-Lima, 1992)
cuánto debiste haber sufrido
a espaldas del amor
de bruces sobre el mundo
oliendo la tristeza ajena.
Qué valiente manera de sufrir
por la pierna de los cojos
por el verbo de los mudos
o la alondra de los ciegos.
Poesía heroica, coronación del sufrimiento,
camarada, camarada,
en qué tarde te nació la pena
sobre la llegaste a la sufriente zeta.
Cuando escríbote estas cartas
pienso en piedra, hablo en roca,
gimo en Ande, para llegar
donde tú sufres las palabras
de puro tierno que eres.
Te encuentro en el crucero de la vida
partida en muchas sílabas el alma
prometiendo traerle a la consonante una vocal
y un verso a la palabra huérfana.
Mucho debiste haber sufrido
en noches parecidas, en días innombrables,
cuando se deben tantas cosas
y no hay nada que cobrar.
Pero más debiste haber sufrido
al ver por la misma calle regresar
al niño sin la golosinaa la joven sin el vestido nuevo
al estudiante sin la nota buena
al poeta sin su libro
al obrero sin trabajo
y a ti mismo en medio de lo horrendo.
Pero aún más debiste haber sufrido
por Pedro y Pablo, por Juana y Carmen,
por el Perú y España, por todo el universo
y el camarada aquél del catafalco ensangrentado.
Y con el dolor al frente y a la izquierda
con la pena arriba, abajo, a la derecha,
con la tristeza en ti, atrás de todos,
en medio de tanto sufrimiento
sólo el comunismo te fue alegre.
GUSTAVO VALCÁRCEL (Arequipa, 1921-Lima, 1992)
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