Detenida
Detenida
En la tarde
los trinos callan.
Se disipa el perfume
de las flores.
Se van con la luz
pétalos y olores
El cielo se sonroja.
Se mancha de sangre
cuando lo embiste,
decidido, el sol
en el poniente.
Desde allí avisa a la noche
que ya empiece.
Descansa el sol
la noche entera
Yo, atardecer
sigo detenida,
en una eterna y dolorosa
espera.
Hilda/ 1970.
En la tarde
los trinos callan.
Se disipa el perfume
de las flores.
Se van con la luz
pétalos y olores
El cielo se sonroja.
Se mancha de sangre
cuando lo embiste,
decidido, el sol
en el poniente.
Desde allí avisa a la noche
que ya empiece.
Descansa el sol
la noche entera
Yo, atardecer
sigo detenida,
en una eterna y dolorosa
espera.
Hilda/ 1970.
Comentarios
Te amo.
Ariel
Muchísimas gracias por invitarme a disfrutar de tu poesía y de tu blog. Me gustó mucho tu poema de adolescencia.
Un fuerte abrazo caribeño desde este cruento invierno gringo.
Tu amigo, Daniel Montoly