Detenida

Detenida



En la tarde
los trinos callan.
Se disipa el perfume
de las flores.
Se van con la luz
pétalos y olores
El cielo se sonroja.
Se mancha de sangre
cuando lo embiste,
decidido, el sol
en el poniente.
Desde allí avisa a la noche
que ya empiece.
Descansa el sol
la noche entera
Yo, atardecer
sigo detenida,
en una eterna y dolorosa
espera.

Hilda/ 1970.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Me alegra que la foto que te tomé te gustara como para ponerla en el blog.

Te amo.

Ariel
Daniel J. Montoly ha dicho que…
Querida Hilda:

Muchísimas gracias por invitarme a disfrutar de tu poesía y de tu blog. Me gustó mucho tu poema de adolescencia.

Un fuerte abrazo caribeño desde este cruento invierno gringo.

Tu amigo, Daniel Montoly

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